Tres veces Vulcano.

A medida que envejecemos, padecemos esa terrible sensación que el tiempo pasa volando.

Para los que disfrutamos del trail running en el sur de Chile, la carrera Vulcano Ultra Trail se ha convertido en una fecha fija en nuestro calendario de carreras y ya estamos a solo una semana de vivir nuevamente la experiencia.

Seremos casi 40 integrantes de Circuito Sur los que nos lanzaremos a la conquista del volcán, en las distancias de 100, 73, 42, 21 y 13 K. Estoy seguro que cada uno de nosotros volverá a atesorar una gran aventura o experimentará ese pensamiento de “qué diablos estoy haciendo acá”, que de seguro se desvanece después de cruzar la meta.

Mi entrenamiento para los 42K no ha sido el mejor y quizás mi motivación tampoco está tan al tope, pero a solo una semana de la carrera, entre mis compañeros ya se siente la ansiedad y esas ganas que los días transcurran rápido para largarnos a competir.

El tiempo pasa rápido, pero quizás no tanto. Fue hace casi un año que en la camioneta de regreso a Valdivia, aún con los músculos adoloridos, ideamos lo que sería Torrencial Valdivia Trail. El Pollo, Felipe, Moly, Lucho y yo empezamos a dar cuerda a nuestra imaginación y a pensar en un trail, pero en invierno, que destacase la selva valdiviana y nuestra lluvia característica. Durante ese trayecto formamos el primer grupo de whatsapp .

Se sumaron Jj, Nico, Scotti y Puchi, la última en integrarse fue nuestra Marcela (Lucho decidiría no unirse). Formamos un equipo de 9, bien heterogéneo y a la vez con distintas fortalezas y capacidades que nos llevaron por un camino, no siempre muy fácil, pero que finalmente nos condujo al éxito.

Torrencial logró posicionarse en la mente de los corredores de cerro y montaña. Sin la ayuda de un main sponsor supimos (aún no sé muy bien cómo lo hicimos) levantar una carrera de alto estándar y que lo más importante a mi modo de ver, se ganó el cariño de los corredores.

Siento que hay un espíritu Torrencial. Hay buena onda y los corredores entienden que es una carrera hecha a pulso y con dedicación. El juego de palabras #torrencialover que se empezó a multiplicar por la red es prueba de ello y vemos, con alguna cuota de orgullo, como otras carreras pusieron sus ojos en nuestra experiencia para replicarlas en sus eventos.

Ya no sé si un año pasa rápido o no, pero lo que sí es cierto es que pasan muchas cosas. Hay que dejar el temor de lado e ir en busca de las metas y sueños. Cada corredor que se ponga en la meta el próximo fin de semana tendrá la oportunidad de ir por sus objetivos, todos muy distintos, pero que se coronan con una medalla en el pecho.

Durante esta semana, mientras entrenábamos en el botánico veíamos un tour con personas de la tercera edad e imaginábamos que quizás había un corredor entre ellos y al vernos pasar diría: yo también corrí cuando era joven… o quizás otro susurraría; que ganas de tener menos años y poder correr libre por los parques o avenidas.

El deporte y correr al menos para mí es un regalo. Y tal como escuché en un programa ñoño del Discovery, hay dos tipos de personas: los que miran cómo otros hacen las cosas y los que se meten el miedo en el bolsillo y se lanzan a la aventura.

Voy por esos 42K y 2 mil metros de desnivel positivo. Es momento de conectarse con el volcán y no con el reloj. Es momento de sentir que la tierra vibra en cada paso y nos devuelve la energía para seguir avanzando.

Con Circuito Sur correremos en familia y lo mejor es que todos tendremos un abrazo bien “dao” en la meta.

Foto de Circuito Sur en VUT 2014.

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Carlos Sotomayor V.

Periodista y corredor. @csotomayor_